Meditación Tonglen
La meditación de Tonglen, es una meditación Tibetana que te ayudará a abrir el corazón a la compasión. La compasión entendida como el amor incondicional, no la lástima que generalmente se maneja en las sociedades occidentales.
El amor incondicional es el amor que una madre siente por su único hijo a quien no desea que le pase absolutamente nada malo y que, sin pensarlo, tomaría su lugar en caso de que alguna situación riesgosa o límite le llegase a suceder.
La lástima, por el contrario nos llevaría a decir: ojalá que nunca me encuentre en una situación así. El amor por el único hijo se transfiere a nuestros enemigos, a las personas que conocemos pero que no nos importan y a las personas que no conocemos pero que sabemos que existen (la humanidad entera) y que tampoco nos importan. Generalmente nuestro corazón está cerrado y esta es una excelente práctica para conseguir su apertura. La madre es la naturaleza femenina de todo ser sintiente.
La práctica constante de la meditación te llevará a considerar y a amar a los demás con el mismo amor que una madre puede llegar a sentir por un hijo y a vivir en el amor incondicional.
Asegúrate de que cuando vayas a meditar nada ni nadie te moleste. Reserva un tiempo para ti.
Siéntate en donde quieras, cómodamente, lo mas cómodamente posible pero que no te vaya a provocar dormirte. Al principio no se recomienda hacer esta meditación acostado porque la falta de práctica provoca sueño.
Se trata de relajar el cuerpo para que no te distraiga durante la meditación pero no se trata de relajar la atención: la capacidad de concentración en las imágenes que te propone la meditación.
Revisa mentalmente si hay alguna tensión en tu cuerpo y relájala. Puedes pensar que tu cuerpo se va convirtiendo en arena y se va deshaciendo. Cuando ya todo tu cuerpo se haya convertido en arena y te sientas casi invisible y ligero empieza con las respiraciones.
Respiración
Para aprender a respirar con el “estómago”, (en realidad se llenan los pulmones por completo de aire), saca por la boca todo el aire que tengas hasta que verdaderamente sientas que ya no haya nada y esfuérzate por sacar lo último, cuando lo hayas logrado simplemente abre la boca y el aire entrará naturalmente hasta el “estómago”. Llenar los pulmones por completo te ayudará a relajarte además de que es la forma correcta de respirar.
Repite este ciclo completo 4 veces:
- Cuenta hasta 8 mientras inhalas profundamente por la nariz hasta el “estómago”, sin subir los hombros.
- Cuenta 8 tiempos reteniendo el aire.
- Cuenta 8 tiempos soltando el aire por la boca, silenciosamente.
- Cuenta 8 tiempos sin aire.
- Normaliza la respiración.
Si no te sientes relajado y concentrado repítelo 4 veces más y al terminar normaliza tu respiración. Si contar 8 tiempos es demasiado redúcelo a 6 o a 4.
Visualización
Visualizar es imaginar.
Entre más viva sea tu visualización mas poderosa será la meditación. Tómate todo el tiempo que necesites para visualizar lo siguiente:
Visualiza a tu papá físico a tu lado derecho, a tu mamá física a tu lado izquierdo, detrás de ti a los familiares y amigos con los que tienes una buena relación. (Algunas de estas personas pueden estar vivas o muertas).
Frente a ti visualiza a las personas que consideres tus enemigos, las personas con las que tienes o tuviste (pueden ya haber muerto), malas relaciones, conflictos o desavenencias que les afectaron.
Pueden ser personas que antes fueron tus amigos pero que se convirtieron en tus enemigos, pueden ser familiares, pueden ser personas que por solo verte te odiaron, o que cuando tú las viste te molestaron, que tu sola presencia los molesta, que su sola presencia te molesta, etc. Inclusive también puede ser tu padre o madre física, a quienes ya visualizaste junto a ti, colócalos al frente y sigue visualizándolos a tu lado. Incluye también a todas las personas que no toleras, que no aceptas o de las que no soportas alguna característica en particular.
Visualiza también a todas las personas que conoces pero que no te interesan, que conoces de vista, pero con las que no te relacionas ni te interesa saber qué sucede con su vida.
Visualiza a las personas que no conoces, aquí entraría el resto de la humanidad, sabes que existen pero no te interesan en lo mas mínimo.
Frente a ti tienes a todas estas personas y ves que de ellas comienza a salir un humo gris que simboliza toda la negatividad que les ves, ese humo representa las razones por las que son tus enemigos y las razones por las que los demás no te interesan.
Es un vapor que va aumentando en cantidad, color y densidad. Poco a poco empiezas a ver que el vapor / humo gris va adquiriendo un color más oscuro y se va haciendo más denso y ves que más y más negatividad sale de todos ellos. Tómate todo el tiempo que necesites. Visualiza vívidamente más y más humo, más oscuro, más denso, hasta que llega a ser completamente negro. Finalmente ya no puedes ver a nadie, el humo se ha hecho completamente negro, pesado, impenetrable, chicloso.
Ahora, ubica sobre tu pecho una esfera de cristal transparente y puro.
Piensa en qué cosas te gustaría darle a tus enemigos: amor, tranquilidad, paz, bienestar físico, mental, espiritual, salud física, mental, espiritual, prosperidad material, relajación, contento interior, alegría, apertura del corazón, Conocimiento y Sabiduría espirituales, bondad, desapego de las cosas materiales, satisfacción con lo que tienen, cese del sufrimiento por lo que no tienen, capacidad de gozo y disfrute, aceptación de sí mismos, ausencia de ira, rabia, enojo, estrés, depresión, aceptación de los demás, capacidad de ver a los demás y amar a los demás como si fueran su único hijo, capacidad de disfrutar de su soledad… etc, etc, etc. Puedes inclusive bañarlos de una luz acompañada de un néctar dorado, de sabor dulce, que representa el Conocimiento de todos los Budas, y de piedras preciosas que representan la Sabiduría de todos los Budas.
En una inhalación por la nariz absorbe toda la negrura de todas las personas que están frente a ti, y dirígela a la esfera de cristal, cuando toda esa negatividad toque el fondo de tu esfera transfórmala en una luz que lleve todas las características que determinaste brindarle a tus enemigos.
En la exhalación saca por la boca esa luz y baña con ella a todos los que están frente a ti.
Visualízalos completamente bañados de luz, de néctar, adornados con piedras preciosas, sonrientes, tranquilos, en paz, con todo lo que pensaste para darles.
Pronuncia el mantra de la compasión: 100, 200, 300 veces o las que quieras. Se recomienda que no sean menos de cien.
OM MANI PADME HUM
Pronunciación: óm mani péme júm
Dale las gracias a los que están frente a ti y termina tu meditación.
Esta meditación se puede hacer con personas que ya fallecieron y con las que nuestra relación pudo haberse afectado por cualquier motivo y con las que nunca tuvimos la oportunidad de hablar y solucionar las cosas. Se puede hacer con una sola persona como tu “enemigo” frente a ti. Muchas veces, somos nuestro peor “enemigo”, podemos hacer la meditación con nosotros mismos como nuestro “enemigo” o cuando vemos imágenes que nos mueven a la compasión en la tv, el periódico, revistas, la calle, nuestro entorno, o las escuchamos por la radio, etc, etc.
Entre más practiques esta meditación mayor beneficio obtendrás. Es importante aclarar que tus enemigos siguen siendo tus enemigos, no por ti, sino por ellos, porque no han trabajado en solucionar de fondo los conflictos existentes.
Si los encuentras y te siguen tratando como su enemigo no trates de tener la misma relación que tuvieron antes porque ellos no lo entenderán y se sentirán más ofendidos y la tensión se acrecentará. Ellos cambiarán cuando quieran cambiar, sin forzarlos; tal vez cuando vean o perciban que tú lo has hecho se sientan inclinados a intentarlo. Se trata de que tú cambies, abras el corazón a la compasión, experimentes el amor incondicional y vivas en paz.
Puedes practicar esta meditación cuantas veces quieras al día. Algunos enfermos terminales que la han practicado disciplinadamente han logrado sanar por completo al abrir el corazón. Somos lo que pensamos.