Alimentación en las enfermedades reumáticas

Existen una serie de factores que se pueden considerar de riesgo para desarrollar alguna enfermedad reumática o bien agravar los síntomas si ya se padece.

En este artículo te compartimos esta lista de factores alimenticios y su relación con las enfermedades reumáticas. Es importante tener en cuenta que cualquier regimen alimenticio debe ser supervisado clínicamente.

OBESIDAD

Es evidente que a mayor peso, mayor tensión soportan las articulaciones. De hecho, la reducción de peso provoca un alivio casi automático de los procesos articulares dolorosos.

 


SENSIBILIDADES ALIMENTARIAS

La elevada frecuencia de lesiones en la mucosa intestinal y la excesiva permeabilidad de la pared intestinal que se haya en los pacientes con artritis reumatoide, sugiere que las enzimas intestinales pueden no estar bien adaptadas a ciertos alimentos, si bien los antiinflamatorios que se utilizan comúnmente aumentan la permeabilidad intestinal y la absorción de antígenos alimentarios.

Terapias como el ayuno disminuyen la permeabilidad intestinal. También es aconsejable hacer una dieta depurativa, como la cura de uvas, que consiste en tomar tanta uva como se desee (en su época, que es septiembre u octubre) incluyendo la piel y las pepitas (ricas en bioflavonoides). Esta cura puede prolongarse una semana o más.

Aparte del ayuno y de las dietas depurativas, es recomendable reducir al máximo ciertos productos que son potencialmente alergénicos en personas con estas enfermedades, proteínas animales (sobre todo a la proteína de la leche), trigo, maíz, etc. Una dieta por eliminación revelará el diagnóstico.

 


DIETA BAJA EN PURINAS

Se deben evitar los alimentos que contienen purinas en los casos de ácido úrico elevado, debido a que el ácido úrico por el metabolismo de las purinas. Esto incluye carnes (especialmente vísceras), marisco, lentejas, alubias, guisantes, así como alcohol, especialmente cerveza que tiene un contenido en purinas más elevado que el vino o los licores. Además el alcohol aumenta la producción de lactato, y el lactato compite con el ácido úrico en la excreción renal.

 


ALCOHOL, CAFÉ, AZÚCAR Y SAL

El alcohol puede aumentar el riesgo de psoriasis, por lo que deberá evitarse totalmente en casos de artritis psoriásica.

Un elevado aporte de azúcar y sal favorece la pérdida de masa ósea tanto como el abuso del café y bebidas carbónicas: Las cantidades excesivas de sal pueden hacer que la eliminación de calcio se triplique; tres tazas de café al día aumentan en un 80% el riesgo de padecer osteoporosis y las mujeres que beben refrescos carbonatados con regularidad tienen más probabilidades de sufrir fracturas óseas después de cumplir los 40.


PROTEÍNAS

En la osteoporosis no se debe exceder en el consumo de proteínas ya que los niveles elevados de amoníaco, procedentes del catabolismo de las proteínas, inhiben la reabsorción de calcio por los riñones. No se debe ingerir tampoco leche en exceso, ya que el aporte en exceso de calcio provocará un disvalance mineral perjudicial para el sistema óseo y otros órganos

La ingesta de proteínas con artritis reumatoide tiende a ser baja. Existen proteínas vegetales de muy buena calidad a la vez que se aumenta el aporte de vitaminas y minerales con estos alimentos y aún así una ingesta relativamente alta de pescado favorece la reducción de artritis reumatoide.


GRASAS

Las dietas ricas en grasas (sobre todo saturadas) pueden afectar al comienzo y severidad de la enfermedad mediante el debilitamiento de la respuesta inmune. Una dieta baja en calorías y en grasas, es beneficiosa en el desarrollo de la enfermedad.

En general podríamos resumir que conviene excluir ciertos alimentos de la dieta, como el café y los refrescos carbonatados, las carnes rojas, el vinagre, los vegetales ricos en ácido oxálico, como el tomate (inhiben la reparación normal del colágeno y promueven la degeneración inflamatoria de la articulación), las acelgas, espinacas y pistachos, el azúcar blanco y los productos de pastelería, la harina refinada (mejor alimentos integrales), la cerveza y los alimentos ricos en aditivos y grasas transgénicas.


VITAMINAS, MINERALES Y ÁCIDOS GRASOS

VITAMINA A Y CAROTENOIDES

La vitamina A disminuye los niveles de poliaminas (compuestos tóxicos que pueden desencadenar la psoriasis, y por lo tanto recomendable en caso de artritispsoriásica).

Se encuentra en Verduras de hojas verdes y amarillas. Frutas amarillas: albaricoque, melón, melocotón. Hígado y riñones. Lácteos. Yema de huevo. Aceites de hígado de pescado.


COMPLEJO B

Tres miembros del complejo vitamínico B (tiamina, vitamina B6 y vitamina B12), puede reducir el dolor. Todo el conjunto de vitaminas B conviene para equilibrar el sistema nervioso.

Se encuentra en Levadura de cerveza. Germen de trigo. Hortalizas. Cereales integrales. Hígado y vísceras. Leguminosas. Frutos secos. Huevos.


VITAMINA C

La principal función de la vitamina C es la de agente reductor en diferentes reacciones en el metabolismo del colágeno, por lo tanto, la deficiencia de esta vitamina estará asociada fundamentalmente con la carencia de un tejido conectivo saludable.

La vitamina C, al igual que la vitamina E, protege y aumenta la formación del cartílago, aumenta la tolerancia al dolor y funciona como un importante antioxidante, importante para los afectados de artritis reumatoide. Importante también es para las personas que sufren el síndrome de Sjögren, ya que corrige las anormalidades inmunológicas. La vitamina C ha demostrado aumentar la excreción renal de ácido úrico. Cuando se consume de forma regular puede conducir a una normalización del equilibrio de ácido úrico.

Se encuentra en Frutos cítricos. Fresas, grosellas, escaramujos, cereza, papaya, piña, manzana, pera, etc. Verduras de hoja crudas, espinacas, coles, etc. Perejil, tomates, pimientos, patatas, pepinos.


VITAMINA D

Se considera a la vitamina D esencial para el mantenimiento y desarrollo de un esqueleto saludable. Su función principal es regular los niveles de calcio, lo cual lleva a cabo mediante la regulación del metabolismo del calcio y del fósforo en el intestino y hueso, además de mejorar su absorción. Una inadecuada ingesta de vitamina D está asociado al riesgode osteoartritis y artritis reumatoide.

La vitamina D se fabrica en nuestro organismo gracias a la acción de los rayos ultravioletas (UVA) sobre el colesterol de nuestra piel, por lo que una exposición al sol moderada siempre será conveniente.

Se encuentra en los aceites de hígado de pescado. Lácteos. Yema de huevo. Hígado.


VITAMINA E

Se ha demostrado que la vitamina E consigue aliviar el dolor e incrementa la movilidad articular. Es un antioxidante importante que actúa de forma sinérgica con el selenio, la glutatión peroxidasa y otras enzimas antioxidantes. Su combinación con el selenio mejora la artritis reumatoide.

Se encuentra en aceite de germen de trigo. Aceites de maíz, girasol, cacahuete, soja, nuez y oliva. Verduras, alfalfa. Legumbres. Yema de huevo. Frutos secos.


VITAMINA K

La ingesta de vitamina K disminuye con la edad y la producción intestinal también decrece en mujeres postmenopáusicas con densidad ósea reducida, además disminuye su biodisponibilidad incluso de las mejores fuentes dietéticas (vegetales de hoja verde). Este puede ser un dato relevante de cara a la osteoporosis.

Se encuentra en los tomates. Alfalfa. Legumbres. Queso. Verduras de hoja verse, col, espinaca, lechuga… Yema de huevo. Hígado.


FLAVONOIDES

Estos fotoquímicos se agrupaban en el pasado todos juntos como vitamina P, pero existen más de 1500 diferentes. Varios de estos flavonoides (por ejemplo la quercitina, presente en las cebollas) han demostrado ser potentes antiinflamatorios al inhibir la producción de histamina. Son por lo tanto de gran ayuda en todos los procesos donde esté involucrado un sistema inmunológico alterado.

El en caso de artritis reumatoide su efecto antialérgico será muy apreciado ya que las alergias alimentarias pueden ser en algunos casos un factor determinante de la inflamación y el dolor.

Los flavonoides obtenidos de las plantas, que frecuentemente se encuentran en combinación con la vitamina C, tienen potentes propiedades antioxidantes y antiinflamatorias y equilibran las reacciones enzimáticas clave en la inflamación.

Los flavonoides también actúan sobre la estructura del colágeno, protegiéndolo del daño originado por los radicales libres.

Se encuentran en cebolla, ajos, etc. Una negra y vino tinto. Cítricos. Té verde…


AZUFRE

Se desconoce el mecanismo exacto del MSM (metilsulfonilmetano, forma de azufre órganico) en la aplicación de enfermedades reumáticas aparte de un efecto depurativo de la sangre, pero la evidencia recomienda su ingesta en patologías como osteoartritis, artritis reumatoide, artritis psoriásia, dolores musculares, tendinitis, bursitis, síndrome del túnel carpiano, etc.

Se encuentra en huevos. Legumbres. Frutos secos. Cereales integrales. Lácteos. Proteínas cárnicas. Pescado.


BORO

Se cree que el boro es importante para mantener la densidad de los huesos. El boro administrado a mujeres menopáusicas redujo la velocidad de pérdida de calcio y magnesio, y dobló los valores de un compuesto, metabolito del estrógeno, que es responsable de la retención de calcio en el hueso

Los síntomas de la artritis reumatoide disminuyen con boro.

Se encuentra en la soja. Ciruelas y uvas pasas. Almendras. Escaramujos. Cacahuetes. Avellanas. Dátiles. Vino. Miel.


CALCIO

La deficiencia de calcio es un factor principal de la incidencia de osteoporosis. Una alta ingesta de calcio durante la niñez y la adolescencia ayuda a maximizar la densidad mineral ósea y reduce el riesgo de osteoporosis en el futuro. Para las mujeres postmenopáusicas una ingesta superior a la recomendada de calcio y vitamina D reduce también el riesgo.

El riego de osteoporosis producido por el uso prolongado de esteroides, también se reduce con la ingesta mayor de calcio.

Se encuentra en los lácteos. Semillas de sésamo y amapola. Almendras y avellanas. Legumbres. Verduras de hoja verde, espinacas, alfalfa… Sardinas, arenques, almejas, ostras y mariscos.


COBRE

El cobre tiene un efecto antiinflamatorio que parece estar relacionado con su capacidad para formar complejos como antioxidantes, y de esta manera reducen la inflamación producida por la oxidación.

Se encuentra en mariscos y moluscos, cereales integrales, carnes magras, hortalizas y sobre todo las de hoja verde. Algas, sobre todo las del género laminaria, hígado.


MAGNESIO

Es un mineral indispensable para el correcto metabolismo del calcio. Actúa sobre las hormonas que regulan los niveles de calcio en el organismo. Facilita la conversión de la vitamina D en su forma activa. Parece ser que también el magnesio tiene su protagonismo en el desarrollo de la fibromialgia, ya que se asocia con mialgias, fatiga, trastornos del sueño y ansiedad.

Se encuentra en verduras verdes, espinacas, judías verdes, lechuga, etc. Cacao en polvo y chocolate, soja, cereales integrales, mariscos y frutos secos.


MANGANESO

Es un mineral que forma parte de la superóxido dismutasa, una enzima que inhibe el daño oxidativo en los tejidos y tiene efectos antiinflamatorios y retardantes de la destrucción ósea en la artritis. El manganeso es necesario para el correcto metabolismo óseo.

Se encuentra en cereales integrales, hortalizas, de hoja verde sobre todo, carne animal y vísceras, crustáceos, frutos secos.


MOLIBDENO

El molibdeno se necesita para la síntesis de 4 enzimas de desintoxicación y forma parte del ácido úrico, por lo que es importante para la eliminación de residuos metabólicos del organismo.

Se encuentra en pescado: atún, bonito, caballa, sardina, etc. Hígado, huevo y especialmente la clara, leguminosas., crucíferas, moluscos y crustáceos.


SELENIO

Los pacientes con osteoartritis presentan niveles sanguíneos reducidos de glutatión peroxidasa, una importante enzima que contiene selenio y vitamina E. Esto es muy significativo ya que esta sustancia desempeña un papel destacado como antioxidante, y por lo tanto como antiinflamatoria.

Se encuentra en cereales integrales, levadura de cerveza y germen de trigo, algas marinas y fitoplacton, hígado y riñones, carne de res, cerdo y aves, mariscos, salmón y atún.


SILICIO

El silicio es necesario para la adecuada actividad de las enzimas requeridas para la síntesis del colágeno. Aparte de las funciones estructurales, el silicio desempeña también una función importante en el metabolismo de los huesos. Es conocida la función indispensable del silicio en la formación del esqueleto y en la incorporación del calcio al hueso, actuando como “medio de arrastre” del calcio para su incorporación al hueso.

El silicio juega un papel importante en la regulación del sistema inmunológico del cuerpo humano. Una característica especial del silicio es su propiedad inhibidora de las inflamaciones gracias a su gran capacidad de absorción.

Se encuentra en cereales integrales, levadura de cerveza, alfalfa, hortalizas de hoja verde, cucurbitáceas. Algunas plantas como la cola de caballo y diente de león, alga roja.


ZINC

El zinc es un mineral antioxidante que interviene en la enzima antioxidante superóxido dismutasa. Es un mineral esencial en la formación ósea. Se ha demostrado una relación directa entre su ingesta y la densidad ósea en mujeres premenopáusicas. La importancia de este mineral para desarrollar un crecimiento óseo correcto, resultará vital durante la adolescencia.

Se encuentra en las leguminosas, cereales integrales, pescados, entre los que destaca el arenque, crustáceos, ostras, frutos secos, sobre todo las nueces, canes magras e hígado, semillas de alfalfa y nabo.


OMEGA 3

Es absolutamente necesaria una correcta relación entre la ingesta de ácidos grasos Omega 3 y Omega 6. La dieta actual es, en general carente en el aporte de alimentos ricos en ácidos grasos esenciales Omega 3, presentes en el aceite de pescado, en el de linaza o en las algas. Es más rica en ácidos grasos esenciales Omega 6, presentes en los aceites de girasol, onagra, borraja, oliva, por ejemplo. Una relación ideal entre Omega 3 y Omega 6 se sitúa entre 1:1 y 1:2. Pero la realidad es que la mayoría de las dietas occidentales contienen una relación de 1:10 a 1:25.

El equilibrio entre estos ácidos grasos está relacionado con la presión arterial, la señal de dolor, inflamación, función renal, entre otras funciones del organismo, ya que un aumento de GLA (Omega 6) dispara la producción de compuestos inflamatorios como las prostaglandinas PGE2 en contraposición de la prostaglandinas PG1.

Sin olvidar la importancia del equilibrio con los ácidos grasos Omega 6 (conviene ingerirlos conjuntamente), un aumento en la ingesta de Omega 3 aumenta la absorción intestinal de calcio (en parte por la potenciación de efecto de la vitamina D), reduce la excreción urinaria de calcio, aumenta la disposición de este en el hueso, aumenta la resistencia ósea y potencia la síntesis del colágeno óseo, mientras que reducen la calcificación anormal.

Se encuentra en aceites de pescado, perilla, linaza, cáñamo, colza, soja, oliva, nueces, huevos, judías, mungo (soja verde), verdolaga y ternera.


OTRAS AYUDAS

PRE Y PROBIÓTICOS

Los alimentos probióticos con aquellos que de por sí incluyen bacterias beneficiosas para el colon y que con su ingesta pueden incluirse en la flora intestinal, como por ejemplo yogurt, chucrut, cierto tipo de complementos dietéticos, etc.

Los alimentos prebióticos son aquellos que por su composición alimentan literalmente la flora intestinal, por ejemplo, salvado de avena, pectina de frutas, etc.

Una correcta flora intestinal es de vital importancia en los pacientes con patología reumática principalmente por dos razones: Es esencial para mantener una buena salud disponer de una buena flora intestinal y esta flora es a su vez indispensable para un correcto metabolismo de la mayoría de las sustancias naturales empleadas para prevenir y/ tratar la patología reumática.

Las bacterias beneficiosas poseen por tanto el potencial de jugar dos papeles. En primer lugar, mejoran marcadamente nuestra situación nutricional ayudándonos a digerir la comida y produciendo las vitaminas esenciales (por ejemplo son muy importantes en el metabolismo de las vitaminas del complejo B como: biotina, niacina, B6, B12 y ácido fólico. En segundo lugar, juegan papeles terapéuticos específicos importantes ya que la flora intestinal incorrecta nos puede llevar a: colitis, colon irritable, infección por cándidas, desarreglos hormonales, artritis reumatoide y otras enfermedades autoinmunes, como la mayoría de patologías reumáticas.

El término pre y probióticosse refieren a que apoyan e intensifican la vida: la nuestra y la de ellas; en contraste con la actividad de los antibióticos (necesarios en menos ocasiones de las que se utilizan) con el término “anti-vida”, ya que eliminan indiscriminadamente a las bacterias cuando son suministrados, tanto beneficiosas como perjudiciales.

 


 

CARTÍLAGO DE TIBURÓN

El cartílago de tiburón es una rica fuente de calcio, fósforo, magnesio y zinc. Resulta una rica fuente de calcio biodisponible, que es beneficioso para las personas con osteoporosis que requieren de suplementación con calcio.

Los atletas con fuerte entrenamiento, a menudo tienen problemas como inflamación en las articulaciones. Un entrenamiento muy intenso puede causar dolor, inflexibilidad y a menudo daño articular. El uso regular del cartílago de tiburón reduce significativamente estos daños.

Contiene sulfato de condroitina y sulfato de glucosamina. Estos compuestos forman parte de nuestro cartílago permitiendo la entrada en el tejido de agua, nutrientes y otras moléculas. Ralentizan y previenen el deterioro del cartílago y juntos alivian el dolory fomentan la reconstrucción del cartílago.


 

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